sábado, 20 de octubre de 2012

A veces cuando vamos por el mismo camino, debemos distanciarnos.

Era un otroño frío, extremadamente frío. No era de extrañar, así solian ser los inviernos en Galicia. Durante la noche me había levantado en varias ocasiones, por que la sensacion de haberlo perdido apenas me permitian dormir.
La palabras de el día anterior resonaban en mi cabeza, y en mis pesadillas, se reconstruía la escena de aquel momento:
Caminabamos por aquel bosque dossnde soliamos jugar a perdernos entre los árboles. Hacía tiempo que no pasabamos por ahí, pero seguía exactamente igual.
De repente, te paraste frente a un rincon lleno de dientes de león, las palabras que dijiste provocaron que el frío que hacia fuera, no fuese comparable con el que mi corazón sentia en aquel momento.
-Sigues pidiendo deseos?
-Sí, pero no funciona, nunca se cumplen.
-Quizá deseas cosas equivocadas.
-Siempre.

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