jueves, 7 de agosto de 2014

Busco un lugar donde poder escapar contigo, olvidar problemas con los cuales yo convivo.

Durante un buen rato no hicieron falta palabras.
Siempre me ha fascinado la gente que sabe escuchar el silencio; que en un silencio comparte respiraciones, latidos, pensamientos, miedos, sueños.

Deberíamos tener más silencio en nuestras vidas, como cuando se muere alguien y le dedicamos unos minutos de silencio (a veces insuficientes para el corazón) enviando en él millones de sentimientos, de recuerdos que las palabras no son capaces de expresar. Como cuando quieres decir mil cosas pero no dices nada. Como cuando te dejan sin palabras.

Y es que con el tiempo me he dado cuenta de que en los mejores momentos de mi vida las palabras han estado ausentes; por eso atesoro estos momentos de silencio a tu lado, porque son recuerdos que nunca contaré a nadie ya que quizá las palabras no sepan expresarlos.

sábado, 22 de febrero de 2014

Thoughts, dreams and memories.

Te juro que yo hubiese amado tu vacío si me lo pidieras (pero no dejaste espacio para mí.)
Y es que nuestro último te quiero me rasga la garganta y bordes de mi cama parecen abismos sin ti .
Y quien sabe, puede que tengan razón cuando dicen que el tiempo lo cura todo, aunque, en realidad, siento que no ha curado nada en absoluto. Y es que ya llevo meses, incluso años, intentando pasar página, pero este libro solo trata de ti.




 Era feliz y no lo sabía. Y creo que eso es de lo que más me arrepiento.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Dentro de ti mi inspiración pierde el sentido, sabes corazón que tu calor vence a mi frío.


Miro a través del cristal de la cafetería y me pregunto si aparecerás como solías hacerlo para pedirme perdón por llegar tarde, si te sentarás en la última mesa a la derecha y pedirás el mismo café solo de siempre. Recuerdo como decías que los cafés solos necesitaban de buena compañía y yo me echaba a reír como si fuera por mi la cosa. Recuerdo el olor a sexo por las noches. El echarte de menos por la mañana. La manera que tenías de entonar aquellos versos de Becquer que tanto me gustaban ''Que el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada''. Recuerdo cada palabra, cada gesto, cada caricia. Lo recuerdo todo de nosotros.



Y mientras yo me ahogo en este café supongo que tu estarás nadando entre las sabanas de una de tus tantas ''princesas'' de una noche.


Todo lo que vino después de el, no debería estar considerado ''vida''

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Ahora o nunca, nos grita el tiempo.

Miedo.
Tus ojos rien. Mis manos resbalan por tu pantalón. Escalofríos. Miradas que huyen, que se encuentran, que se atrapan. El frío de tus manos y el calor del café. Viernes de gemidos. Sábados con suspiros. Rayos de oscuridad. Gritos de silencio. Calles. Lluvia. Recuerdos. Llegar al cielo en tu boca (o entre tus piernas). El lunar en tu pecho. Tenerte. Perderte. Echarte de menos. Distintos labios, mismo vacío. Bailar con la Luna. Folios en blanco llenos de palabras congeladas por el frío de Noviembre. Creer que te perdí (cuando en realidad nunca te tuve)

La alarma de nuestro tiempo ha vuelto a sonar y no la puedo posponer más.


domingo, 24 de noviembre de 2013

“Enséñale al destino qué sabes hacer, si somos líneas que se cruzan o se acaban por torcer”

De la vida aprendí que quien no arriesga no gana, pero tampoco pierde y que, a veces, perdiendo, también se gana. Que el tiempo no espera (y menos por nosotros). Aprendí que el grito más alto es el silencio. Aprendí que a veces lo que más quema es el hielo, y que las palabras se congelan cuando arde el corazón. Aprendí que realmente vives cuando se te corta el aliento, y que por más que escriba tu nombre en mis cuadernos, no vas a volver.




lunes, 28 de octubre de 2013

Muero de ti.

La acaricié y de mi boca salió un suspiro, estaba harta de verla sufrir.

-Lo sé, sé que el futuro da miedo, pero no podemos volver al pasado solo porque nos resulte familiar... Aunque a veces sea tentador.


"Qué bien se me da dar consejos pero que mal los sigo" - pensé, pero no lo dije, no era el momento.


Y entonces apareciste, no fisicamente, si no ahi, ahi donde siempre te encuentro, en mi vacío.

Apareció tu voz, tu manera de sonreír (y también tu manera de enfadarte) aparecío ese lugar y la lluvia de Mayo, las ganas de morir y las ganas de vivirte, aparecieron las canciones y todos los párrafos que llevan escrito tu nombre, apareció el dolor y te juro que tu presencia era tan fuerte que casi podía sentir tu olor.



El pasado, difícil lugar para vivir.
(sobretodo sin ti)