Dentro de ti mi inspiración pierde el sentido, sabes corazón que tu calor vence a mi frío.

Miro a través del cristal de la cafetería y me pregunto si aparecerás como solías hacerlo para pedirme perdón por llegar tarde, si te sentarás en la última mesa a la derecha y pedirás el mismo café solo de siempre. Recuerdo como decías que los cafés solos necesitaban de buena compañía y yo me echaba a reír como si fuera por mi la cosa. Recuerdo el olor a sexo por las noches. El echarte de menos por la mañana. La manera que tenías de entonar aquellos versos de Becquer que tanto me gustaban ''Que el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada''. Recuerdo cada palabra, cada gesto, cada caricia. Lo recuerdo todo de nosotros.



Y mientras yo me ahogo en este café supongo que tu estarás nadando entre las sabanas de una de tus tantas ''princesas'' de una noche.

Todo lo que vino después de el, no debería estar considerado ''vida''

Ahora o nunca, nos grita el tiempo.

Miedo.
Tus ojos rien. Mis manos resbalan por tu pantalón. Escalofríos. Miradas que huyen, que se encuentran, que se atrapan. El frío de tus manos y el calor del café. Viernes de gemidos. Sábados con suspiros. Rayos de oscuridad. Gritos de silencio. Calles. Lluvia. Recuerdos. Llegar al cielo en tu boca (o entre tus piernas). El lunar en tu pecho. Tenerte. Perderte. Echarte de menos. Distintos labios, mismo vacío. Bailar con la Luna. Folios en blanco llenos de palabras congeladas por el frío de Noviembre. Creer que te perdí (cuando en realidad nunca te tuve)

La alarma de nuestro tiempo ha vuelto a sonar y no la puedo posponer más.

“Enséñale al destino qué sabes hacer, si somos líneas que se cruzan o se acaban por torcer”

De la vida aprendí que quien no arriesga no gana, pero tampoco pierde y que, a veces, perdiendo, también se gana. Que el tiempo no espera (y menos por nosotros). Aprendí que el grito más alto es el silencio. Aprendí que a veces lo que más quema es el hielo, y que las palabras se congelan cuando arde el corazón. Aprendí que realmente vives cuando se te corta el aliento, y que por más que escriba tu nombre en mis cuadernos, no vas a volver.

Muero de ti.

La acaricié y de mi boca salió un suspiro, estaba harta de verla sufrir.

-Lo sé, sé que el futuro da miedo, pero no podemos volver al pasado solo porque nos resulte familiar... Aunque a veces sea tentador.

"Qué bien se me da dar consejos pero que mal los sigo" - pensé, pero no lo dije, no era el momento.

Y entonces apareciste, no fisicamente, si no ahi, ahi donde siempre te encuentro, en mi vacío.
Apareció tu voz, tu manera de sonreír (y también tu manera de enfadarte) aparecío ese lugar y la lluvia de Mayo, las ganas de morir y las ganas de vivirte, aparecieron las canciones y todos los párrafos que llevan escrito tu nombre, apareció el dolor y te juro que tu presencia era tan fuerte que casi podía sentir tu olor.

El pasado, difícil lugar para vivir.

(sobretodo sin ti)

Eres la distancia que se queda corta.

Y sonó esa canción.

La había oído tantas veces, pero en realidad, me había parado a escucharla? 

''Maybe we were meant to be lonely''

Cogí un papel y me puse a escribir todo lo que siento por ti, de todos modos, jamás lo leerías:

Sabes? Creo que contigo no me importan los silencios, pero...¡joder! pasaría el resto de mi vida escuchándote reír. Que me sonrías mientras te digo que nunca había encontrado a nadie tan para mí como tu. Me encantaría decirte lo mucho que me pierden tus ojos, o que me dejaría la vida en la curva de tu sonrisa, pero no lo entenderías. Quiero que sepas que me encanta la manera que tienes de hacerme reír, aunque te odio cuando me haces cosquillas. Quiero decirte, que por una vez (y después de tanto tiempo) el pasado quedó atrás, y lo que ayer eran puñales, hoy solo son recuerdos.

Dejé el boli y me puse a sonreír, contigo es inevitable.

Love, love, please save me.

Algún día encontraremos lo que estamos buscando...

O quizá no.

Quizá encontremos algo mucho mejor.

Otro domingo que paso sin fe.

Otro domingo más.
Uno de esos donde hasta escucho lo mucho que te echo de menos
Uno de esos en los que me prometo que el lunes seré una persona diferente, cuando se perfectamente que tu volverás a sonreírme y caeré en el mismo juego de siempre.
Esos domingos que me gritan que te olvide mientras me recuerdan todo lo que fuimos.
Mirando el móvil una y otra vez sabiendo que no serás tu quien me hable, aunque me muero de ganas.
Preguntándome (todavía) que fue lo que falló
o si aun queda algo de mi en tus ojos.
Ahogándome en mi vacío,
sin nadie que me pueda salvar.

No te preocupes, yo tampoco me escogería.

¿Cuantas veces te has olvidado olvidar?

A veces es mejor la enfermedad que el remedio.

Creo que tus silencios me parecen un buen lugar para morir, aunque me pasaría la vida perdida en el bosque de tus ojos. Todavía no sé describir las comisuras de tus labios, o lo que se siente al besarte, pero espero tener tiempo para hacerlo. Sabes? Alomejor estoy loca, pero juraría que mi risa ha dicho tu nombre.

¿No ves que sin ti no veo?

Somos miradas que se cruzaron y pasaron de largo, cuando podríamos haber amado con los ojos.
Somos libros abandonados por la mitad, cuando pudimos haber sido historia
Fuimos fuego, pero ahora solo somos cenizas.
Somos olvido, pero podríamos haber sido recuerdos
Somos tiempo pero tu no quisiste ser eternidad
No somos nada y pudimos haberlo sido todo
...
En realdidad es triste porque:
Somos tu y yo, pero pudimos ser nosotros.

Lo que somos y lo que pudimos ser.

...

Puta vida vacía que me pesa toneladas.

Miro hacia atrás para recordar quien soy.

Gasté todo mi tiempo estancada en tu último adiós
y ''siempre'' me parece demasiado tiempo para esperarte.

Aun que no lo creas, mi cielo favorito sigue siendo tu espalda.

I'm tired of fighting against myself

Me pregunto si existirá un numero especifico de miradas hasta que una persona se enamora.
O si hay un limite de ''te quieros'', que si dices demasiados, todo se acaba.
Quizá una pareja no pueda sobrepasar un numero de recuerdos.
¿Cuánto tiempo ha de pasar hasta que deje de usar ''nosotros'' para empezar con ''tu y yo''?
¿Podemos decidir cuando empieza algo? Y cuándo acaba?
¿Cuantos cosquilleos en el estómago tendré que soportar hasta que te olvide de una vez?
¿Cuantas canciones de amor llevan tu nombre entre líneas?
¿Podre apagar con lágrimas lo que arde dentro de mi?
Creo que aún me quedan bastantes errores antes de aprender la lección.

Lo que yo sé es que me he pasado media vida mirándote, y cada vez que lo hago, me vuelvo a enamorar.

Entrada sin título.

Te odio, te odio joder!
No eras quien yo creía.. te has convertido en el tipo de persona que siempre he detestado.
Eres un cuerpo, pero no tienes alma.
Estas vacío.
Tu mirada no dice nada y la verdad, tus palabras tampoco.
Has cambiado.
Creo que ya no me gusta nada de ti..
En realidad estoy segura.
Ojalá pudieras desaparecer de mi vida.


Apretó el puño contra el espejo y comenzó a llorar.

Maybe everything was meant to be this way.

Se colocó los cascos en el lugar incorrecto, siempre se ponia el de la oreja derecha en la izquierda y viceversa, cerró los ojos y entonces aquella canción de The Fray parecía estar hablándole.
-Qué estúpidas somos las personas..-dijo- recordamos lo que nos duele solo porque es lo único que era capaz de hacernos felices.
Cogió la única foto que tenían juntos y escribió:
''Hoy tus recuerdos me muerden y nuestro ultimo beso me corta los labios.''
Apretó el puño, cerró los ojos y contuvo aquel grito de angustia que rasgaba su pecho.
-Aun no consigo que te vayas de aqui- musitó, y, relajando la mano, dejó caer ese dolor por sus mejillas- me he despedido de tanta gente... y tu adiós todavía sigue congelándome el alma.
Las lagrimas habían empapado la fotografía, pero lo escrito aun era legible, supongo que nuestros sentimientos no se borran tan facilmente.
Y la canción terminó.
Y ya no sentía dolor.
En realidad no sentía nada.

Grazie per avermi fatto male, non lo dimenticherò

Guardé mil lagrimas en un solo corazón, y hoy pesa.

Me acerqué al piano.
Lo cierto es que solo quería echarte de menos un poco más.
Toqué nuestra canción, pero sin ti ya no sonaba igual.
La verdad es que era imposible echarte más de menos.

En realidad, sin ti, solo estoy vacía.

Lo que ayer era un castillo hoy no son más que ruinas.

Te juro que parecía fácil.

Te lo juro.

Pero es muy dificil amarte.

Más dificil incluso que olvidarte.

                                        

No sé si hacerle caso a la polla o al cerebro, o al corazón joder! amores perros.

Desde el banco observaba su manera de andar, siempre me había resultado curiosa, andaba como si escapara de algo, como con miedo.
Ella se me quedó mirando, se había dado cuenta de que estaba mirandole.
-Pero, no me digas que todavía lo sigues queriendo, después de tanto tiempo?
Permanecí unos segundos callada.
+No..-y lo miré nuevamente, como pidiendole perdón con los ojos- no, claro que no.
-No te creo, acabas de sonreír, sabes?
Algo se accionó en mí, no pude controlar las lagrimas
+No le quiero,.. es solo que.. no puedo más. Le extraño demasiado, no quiero decir que quiera volver con el, sino que eso, que le extraño, me cuesta mirarle y hacer como si  nada entre nosotros hubiera pasado, como hace el, me cuesta convertirme en una desconocida para alguién que lo fue todo para mi. Me cuesta, solo eso.
Su imagen fue desapareciendo hasta donde no alcanza la vista, una vez más (me) lo había perdido.

                                                Existen heridas que nisiquiera tú podrías curar.

Morí sentado aqui esperando a que entendieras tu error, a que muriera este amor.

Un minuto son 60 segundos, y cada segundo puede ser una decisión. Resulta irónico que algo que solo te cuesta un segundo de tu vida, pueda cambiar el rumbo de esta para siempre. Puede  hacer que conozcas a esa persona, que despues de tanto tiempo perdido, te vuelvas a encontrar en sus ojos, o en sus brazos, o en sus labios. Esa decisión también puede conseguir que todo lo que creías valorar, se convierta en simples recuerdos, viejas fotografías, cartas sin envíar, canciones melancólicas, cicatrices que por mucho que las cubras, no sabes esconder. Afortunadamente supe gastar bien ese segundo y llenar los 59 restantes estando contigo.

Por culpa de mis malas decisiones, sigues en mi lista de sueños sin cumplir.

Lo que somos y lo que pudimos ser.

Alguien me dijo una vez que lo más efímero del amor es darte cuenta de que ha terminado.
Y tenía razón.
(...)
Todo pasó tan rápido que ni siquiera soy capaz de acertar el día en que sucedio. Solo recuerdo que evitamos
las miradas. Fue tan triste...
Tan triste que ni siquiera sentí dolor.
En aquel momento mi corazón y todas mis emociones semejaban haberse desvanecido. Noches de recuerdos emborronados por todas las veces que intenté olvidarlos, de miradas inexistentes, de heridas que parecen cerrarse, de olvidar recordarte, y de recordarme olvidarte.

Si existe algo parecido a olvidar, debe de ser eso.

Por sus ojos que me pierden siempre que no sueltan prenda, por amar y odiar hasta el punto de juntar los extremos.

Creo que tengo miedo a olvidarte, a pasar página y no acordarme de que parte de mi se quedó en nuestra historia, a olvidar lo que sentía al besar tus labios, y hacerlo tantas veces como quería sin cansarme, como cuando escuchas una y otra vez la misma canción sin que te aburra. Y es que tú eres eso, la canción que siempre sonará en la radio cada vez que me prometa no volver a pensar en ti, el primer rayo de sol despues de un día de lluvia, las últimas paginas de mis cuadernos con tu nombre siempre escrito al lado de un corazón.
Porque puedes olvidar a la persona, o como era su cara, o sus gestos, pero jamás olvidarás lo que te hacía sentir.

Del cielo al infierno en un solo silencio.

El reloj no aprieta tanto si no dependes de nadie.

Era una soledad fría, pero que te hace arder por dentro, como el hielo cuando quema. La soledad de las noches sin luna. Porque existe otro tipo de soledad, uno mejor, necesario para encontrarnos a nosotros mismos, pienso que hay soledades buenas, que te permiten conocerte. Pero esta no, esta era distinta. arrancaba las palabras que se quedaban atascadas en la garganta y se las guardaba para que nunca pudieran salir. Es la soledad que se siente al mirarse en un espejo después de haberte reflejado únicamente en sus ojos. La soledad que sientes cuando te das cuenta de qué solo cuando esa persona te falta, es cuando adviertes lo mucho que la necesitas. La soledad que emerge al saber que las agujas del reloj no paran, ni retroceden y por supuesto no avanzan al ritmo que nos gustaría. La soledad que nos pesa, cuando nos falta algo... O alguien. Cuando nos damos cuenta de que por mucho que lo intentemos, solo una persona va a conseguir hacernos brillar en la oscuridad, aunque otras personas reflejen un poco de luz.

"Creí caminar a tu lado, lo cierto es que estaba ciega"

Dejé todo Marzo por ti, quemé el calendario, tu y tu bipolaridad, yo y mi papel secundario.

"Hola,

te escribo esto porque hoy he vuelto a nuestro lugar, al lugar donde comprobamos que la lluvia es mejor si estas acompañado, donde descubrí que la felicidad se encuentra en la pequeña mancha en tus ojos, y no en los vestidos de encaje, y en aquel lugar donde no existía el tiempo, porque no esperábamos a nadie.

He vuelto, si, y aunque sin ti no es lo mismo, en este lugar puedo notar como mi corazón sonríe un poco si la lluvia moja sus heridas. Creeme cuando te digo que me encanta venir aquí a escribirte cartas que sé que nunca leeras, quizás porque hubo palabras que no salieron de mi boca cuando estaba contigo, o alomejor es que me sobran cosas que decir cuando hablo de ti. Dejame decirte que aunque te hayas ido, tu presencia sigue aqui conmigo.  Que después de ti, ninguna otra persona supo controlar el temblar de mis manos, ni ninguna otra ha sabido acelerar mi corazón. Y que cuando dije que esté lugar era especial..., lo decía de verdad."

Fue rápido, indoloro, la peor manera de despedirse de alguien.

Es imposible olvidar algo que no deja de recordarse.

Aunque no lo creas, yo habría aceptado ser tus domingos, habría aceptado ser tu dolor de cabeza, tus derrotas,tus despedidas, tus enfados y tus lágrimas, también sería tus sábado noche, el rubor en tus mejillas, tus victorias, tus 'por fin vuelvo a verte', tu buen humor y tus sonrisas, pero sobretodo sería tus cicatrices, algo que ni el paso del tiempo pudiese borrar, ese algo que inevitablemente te hace echar la vista atrás, un sentimiento que no fueras capaz de describrir.

 

 ''Hubiese sido tu muerte si tu me lo pidieras; pero prefiero ser tu vida.''

Siempre habrá algo que nos pierda.

Era un viernes lluvioso, pasó mucho tiempo hasta que comprendí porqué me gustan los vienres así; recuerdo que el primer día en que nos encontramos, fue un viernes lluvioso.
Esta vez llegaste sin que lo esperara y sin darme tiempo a reaccionar, pero ahí estabas, después de tanto tiempo, podía volver a reflejarme en tus ojos.
El cielo estaba nublado y pronto llovería, pero por ahora ni una lágrima tocaba mi piel.
Reíamos juntos y recordabamos momentos de una época mejor, esperando a que llegara ese momento, aun sabiendo que ese momento llegaría cuando dejaramos de esperarlo.
Cuando quise darme cuenta, tus labios habían rozado los míos y, de repente, empezó a llover. Juraría que aquella lluvia se llevo consigo todo el dolor.
En una tarde, lograste reconstruír todo aquello que creía destrozado desde hacía mas de medio año.
Mientras jugueteaba con el temblar de tus manos, note tu mirada posada sobre mi.
- Qué? -susurré.
- Ojalá pudiera paralizar el mundo, y quedarme aquí para siempre.
''Para siempre''... casi había olvidado como sonaban esas palabras cuando venían de tus labios, me gustaría decirte que si todo desapareciera, y tu te quedaras, el mundo seguiría existiendo para mi, pero sin embargo, tu te fueras, y todo quedara, mi vida dejaría de tener sentido. En vez de eso, sonrío y te doy un beso en la mejilla.
(...)
La tarde terminó, y yo me aferré al beso de despedida, sabiendo que probablemente sería el último, y esta vez, poder recordarlo. Es triste no saber cual será el ultimo beso, pero es más triste aún saberlo.
En ese momento, dejó de llover en el cielo, y comenzó en mis ojos.

''Quizá no te interese, pero a mi, sí me importas''

Lo que daría por un beso en la mejilla, aún guardo tus flores y tu foto en la mesilla.

Desde la ventana del metro observaba como sus lagrimas descendían por su cara hasta quedar perdidas en la superficie del asiento.
Las palabras resonaban en su cabeza como la letra de esas canciones que odiaba, le resultaban molestas, sin embargo no era capaz de borrarlas de su mente ''No te pierdo ni me pierdes, nos perdemos''
Había pasado tanto tiempo llorando que había olvidado por completo la parada en la que tenía que bajar, cuando quiso levantarse, el metro seguía moviéndose y la parada quedaba lejos, esto le dio a entender que una vez más, había llegado tarde, y una vez más, debería escoger otro camino para llegar al mismo sitio. 
Lo mismo ocurrió con el, cuando se fue, creía que a medida que se fueran alejando, dejaría de quererle, pero lo cierto es que nunca lo había querido como hasta ahora.
Y como, ciertamente, la ficción no se aleja tanto de la realidad, ella debería escoger otro camino para llegar al mismo destino, quizá más largo, o más duro, pero con un destino claro: volver al lugar donde realmente quería estar.

Aprendí a rendir, no a rendirme.